martes, 13 de abril de 2010

RESURRECCIÓN

CRISTO HA RESUCITADO
Muchos judíos contemporáneos de Jesús esperaban la resurrección de los al final de los tiempos. Creían que el justo y el no podían tener el mismo fin. Jesús también creyó en esta verdad por su fe en el Dios de la vida, que jamás abandona a sus hijos en la muerte debido al amor que siente por ellos.

APARICIONES DE CRISTO RESUCITADO (Mc 16, 1-14)
"Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. El día de la semana, muy de madrugada, a la salida del sol, fueron al . Hablando entre ellas, se decían:
-¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?
Pero, al mirar, observaron que la piedra había sido ya corrida, y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro, y vieron a un joven, sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas se asustaron. Pero él les dijo: -No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha ; no está aquí. Mirad el lugar donde lo pusieron. Ahora, decídselo a sus discípulos y a , que va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis, tal como os dijo. Ellas salieron huyendo del sepulcro, llenas de y de asombro, y no dijeron nada a nadie por el miedo que tenían.
Jesús [...] se apareció en primer lugar a María Magdalena [...]. Esta fue a comunicárselo a quienes lo habían acompañado, que estaban tristes y seguían llorando. Ellos, a pesar de oír que vivía y que María Magdalena lo había visto, se negaron a creer.
Después de esto se , con aspecto diferente, a dos discípulos que iban de camino hacia el campo. También fueron a dar la noticia a los demás. Pero tampoco les creyeron.
Por último, se apareció a los once [...] y les echó en cara su incredulidad y su terquedad, por no haber creído a quienes lo habían visto resucitado"

LAS PROTAGONISTAS
María Magdalena. Fue una de las mujeres que acompañaron a Jesús durante sus predicaciones en Galilea. Presenció su muerte, y fue la primera que lo vio resucitado. Hay que distinguida de la mujer pecadora que aparece en Lc 7,36-49, y de María de Betania, la hermana de Lázaro.
Salomé. Es la madre de los apóstoles Juan y Santiago, hijos de Zebedeo. Era una de las mujeres que seguían a los apóstoles y les ayudaban con sus bienes. Junto con María Magdalena y María la de Santiago, acompañó a Jesús durante su muerte

INTERPRETACIÓN
Este texto comunica el mensaje asombroso de la resurrección. La tumba es un hecho que sirve para afirmar la resurrección, más que para resaltar la ausencia del cadáver. De esta forma, el evangelista muestra que la fe en la resurrección se basa en la divina y en las apariciones misteriosas y reales de Jesucristo a sus discípulos.

¿QUÉ NOS ENSEÑA?
Este relato nos enseña que la muerte no es el final de la . La resurrección de Cristo revela el misterio más profundo de Dios y de Jesús: Dios cumple su promesa de . La fe en la resurrección es la certeza de que Jesús está presente entre nosotros. Esta experiencia llena de esperanza, da un sentido pleno a la de cada persona y sirve para mejorar la vida diaria. La fe en la se fortalece mediante el encuentro personal con Cristo en los sacramentos y con la práctica del amor.

miércoles, 27 de enero de 2010

viernes, 4 de diciembre de 2009

EL ORIGEN DE LAS TRADICIONES CRISTIANAS Por Alejandro Cardenas Aguilar y Juan Jurado Perez

A todos nos parece habitual montar el árbol de Navidad por estas fechas, de la misma manera que degustamos mazapán o el roscón de Reyes el día 6 de enero. Pero, ¿nos hemos parado a pensar cuál es el origen de todas estas tradiciones que continuamos, sin darnos cuenta, todos los años por Navidad?




ARBOL DE NAVIDAD
Parece ser que la costumbre del árbol de Navidad nació en Alemania, en la primera mitad del siglo VIII. Estando predicando el misionero británico San Bonifacio un sermón, el día de Navidad, a unos druidas alemanes para convencerles de que el roble no era ni sagrado ni inviolable, el "Apóstol de los alemanes" derribó uno. El árbol al caer fue destrozando todos los arbustos excepto un pequeño abeto. San Bonifacio, interpretó la supervivencia del arbolito como un milagro, concluyendo su sermón: "Lamémosle el árbol del Niño Dios". Los años siguientes los cristianos celebraron las Navidades plantando abetos. En el siglo XVI se decoraban los abetos en Alemania para festejar la Navidad; en España no alcanzó popularidad hasta mediados del presente siglo.

Frutas escarchadas en Navidad
Tradicionalmente se dice que el origen es aragonés y murciano, aunque han sido también muy utilizadas en Andalucía y La Mancha para postres. Su uso navideño es bastante reciente. La cobertura del azúcar se usaba para disimular el mal estado de la fruta.






Mazapán
Ya en el siglo IV a.J.C. Arquestrando citaba que los griegos sentían aprecio por unas tortas elaboradas con almendras y miel; el austero Platón llegó a considerarlas poco recomendables para el pueblo heleno. Sin embargo dos ciudades, Venecia y Toledo se apuntan la paternidad de su invención. De acuerdo con la leyenda italiana, el mazapán nació en Venecia hacia el siglo XVI, cuando surgió la idea de fabricar un tipo diferente de pan para combatir el hambre, triturando almendras y azúcar, que fue llamado marzipane o pan de San Marcos en veneración al patrono de la ciudad. Otra historia atribuye la invención al gremio de panaderos italianos, llamados en la Edad Media hermanos de Marcos. Frente a estas versiones, cronistas de Toledo sostienen que fue a raíz de la batalla librada contra los árabes por Alfonso VIII de Castilla en el año 1212 cuando las monjas del convento de San Clemente comenzaron a elaborar cierta clase de pan a base de almendras y azúcar. Otros se inclinan por la teoría de que el mazapán habría entrado en Europa a través de la península ibérica y desde Chipre, Creta, Sicilia y Venecia, siempre de la mano de dos pueblos refinados y golosos: el árabe y el judío.

Navidad el 25 de diciembre
La tradición situaba el Nacimiento de Jesús por el solsticio de invierno; y ya desde el siglo II se celebraba en los primeros días de enero la Teofanía, fiesta de la manifestación del Salvador, en la que se agrupaban su nacimiento, su bautismo y su adoración por los Magos. Pero como unos días antes -el 25 de diciembre- los paganos celebraban el "Natalis Invicti" (=Nacimiento del Invicto, que era el Sol), la Iglesia desglosó la Teofanía (actual fiesta de la Epifanía), la conmemoración del Nacimiento, fijándola para el 25 de diciembre, a fin de que el "Nacimiento del Invicto" pagano cobrara su sentido pleno al significar el Nacimiento del único Invicto, Jesús.

Nochevieja
Desde los inicios del Imperio Romano, enero estaba dedicado al dios bifronte Janus, que mira delante y detrás: al año que se va y al principio del que viene, por eso le representaban con dos rostros, uno barbudo y viejo y el otro jovencito. Los romanos invitaban a comer a los amigos y se intercambiaban miel con dátiles e higos para que pasase el sabor de las cosas y que el año que empezase fuese dulce. Esta vieja costumbre romana fue poco a poco entrando en Europa, donde con la misma finalidad venturosa comenzaron a ofrecerse lentejas, de las que se dice que propician la prosperidad económica del año que empieza. En la Edad Media la Iglesia trató de oponerse a las viejas costumbres, pero no consiguió extirpar la atmósfera disipada de, la noche de San Silvestre, que se mantuvo como la última isla pagana de las doce noches navideñas (las comprendidas entre la Navidad y la Epifanía), que la Iglesia consideraba como periodo de renovación para mejorar el año venidero. En España, la tradición de despedir con uvas el año parece ser que data de 1909.

Pavo en Nochebuena
El pavo llegó a Europa procedente de Méjico, en el primer tercio del siglo XVI. Fue un recuerdo que trajo Hernán Cortés del Nuevo Mundo después de que los aztecas se lo dieran a probar. Allí era conocido con el nombre de guajalote. El pavo vivía también en estado salvaje en los bosques de Canadá. Los franceses que se aficionaron muy pronto a sus carnes lo llamaron dinde (de Indias). El pavo alimentó a los hambrientos colonos ingleses del Mayflower, que desembarcaron en Massachusetts el último jueves de noviembre de 1620. Desde entonces los americanos celebran esa fecha el día de Acción de Gracias con una comida clásica a base de pavo relleno. En Europa fueron los jesuitas los que lo introdujeron al llevarlo a sus colegios. No faltó por ello gente de intención aviesa que denominó irrespetuosamente a los pavos con el nombre de aquella orden religiosa.

Polvorones y mantecados
De tradición andaluza, tienen su nacimiento en la etapa de las matanzas, pues en su elaboración se usaba la manteca del cerdo. Antequera (Málaga) y Estepa (Sevilla), han sido capitales tradicionales de este dulce.



Turrón
Durante un tiempo, los italianos defendieron la comarca de Cremona como cuna del turrón, aunque estudios posteriores dieron la paternidad a los árabes instalados en España. El primer documento escrito sobre el turrón data de 1603, y en él se describe cómo en la localidad de Jijona se fabricaban turrones. Los turrones de chocolate y frutas son originarios de los años treinta y cuarenta. Otras especialidades, como la yema, son casi coetáneas a las originales. El coco llegó hacia el siglo XVIII.

Uvas con las campanadas de nochevieja
La tradición de tomar las doce uvas se remonta tan sólo a principios de nuestro siglo. La implantación de esta costumbre, que por cierto, es exclusiva de nuestro país, no se debe a motivos religiosos o culturales, sino más bien a meros intereses económicos. En la Nochevieja de 1909, los cosecheros, en un esfuerzo desesperado de imaginación, consiguieron desembarazarse del excedente de uvas de ese año inventando el rito de tomar las uvas de la suerte en la última noche del año.

NAVIDAD por Agustias Ponce Ruiz

Vive en cristiano la Navidad!: 10 consejos

Parece evidente que la Navidad se está descristianizando. No sólo porque la simbología religiosa desaparece de ciudades y comercios, sino también por los gastos desorbitados y la mentalidad hedonista con que la vivimos muchos de los que nos consideramos cristianos. Si queremos recristianizarla, hemos de comenzar por vivirla en su sentido más auténtico en el ámbito de nuestras familias. Por si a alguien le sirve, transcribo diez consejos que pienso pueden ayudarnos a ello.


1. San Juan Bautista nos aconsejaba prepararla con conversión personal. ¿Qué mejor conversión que una buena confesión personal como la Iglesia ha dispuesto? Y por supuesto recomendar a nuestros allegados que hagan lo mismo.

2. Los ángeles la anunciaron con Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Hoy mucha gente trata de acomodar la voluntad de Dios a sus intereses personales. ¿Por qué no procuramos nosotros descubrir lo que Dios nos pide personalmente y tratamos de cumplir su voluntad para conseguir la paz interior, y con ésta contribuir a la paz en el mundo?

3. Jesús nace en un pesebre porque no hubo lugar para ellos en la posada. Hay mucha gente en nuestro entorno inmediato que carece de muchas cosas. ¿No podríamos tratar de descubrirlos y ayudarles en su indigencia? Y destinar parte de los gastos que teníamos previstos, para contribuir a las campañas que al respecto se organizan.

4. El hijo de Dios se nos hace como más cercano para que le tratemos con mayor facilidad. Son días para vivir una especial presencia de Dios. Todos los motivos navideños pueden ayudarnos a hacer oración. ¿Por qué no le hacemos caso al Papa y nos decidimos a rezar en familia los misterios de gozo del rosario delante del Belén?

5. Además se nos manifiesta como Niño. ¿No nos estará pidiendo que también nosotros nos hagamos como niños para tratarle, viviendo la Infancia espiritual, como recomendaba San Josemaría Escrivá en su libro Camino? Y que no se nos caigan los anillos por ayudar a los peques de la casa a poner el Belén y cantar villancicos.

6. Los pastores les ofrecieron regalos. Con ellos la Sagrada Familia pudo tener su pequeña celebración material del acontecimiento. Parece lógico que también nosotros celebremos materialmente la fiesta más grande del año y manifestemos nuestro afecto a los seres queridos con regalos. Pero, ¿lo haremos con sobriedad y sin despilfarros, como debió ocurrir en Belén?

7. Dios se hace hombre por amor a los hombres. ¿Sabremos entender su mensaje y manifestar nuestro amor acompañando a los que se encuentran solos, intentando comprender a los que no nos comprenden, y perdonando si por alguien nos sentimos ofendidos?

8. Jesús se nos manifiesta estos días acompañado siempre por María y José. Navidad es una fiesta para celebrarla en familia. ¿Lograremos prescindir de nuestros gustos y preferencias personales, y nos sacrificaremos para conseguir que nuestro hogar sea especialmente en estos días luminoso y alegre? No se logra gastando mucho, si no dándonos a nosotros mismos con iniciativa e ingenio.

9. El Hijo de Dios se hace hombre para que el hombre se haga hijo de Dios. ¿Sabremos estar a la altura de nuestra filiación divina, siendo ejemplares en nuestro comportamiento, y en el cumplimiento de nuestros deberes religiosos sin complejos ni gazmoñerías?

10. En Navidad hay mil motivos para estar alegres. ¿Será nuestra alegría, aquella interior que sale del alma y se transmite a los demás haciéndoles felices? ¡Feliz Navidad a todos los lectores, colaboradores y amigos de Piensaunpoco.com!

INMACULADA por Andres Jurado


La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción.
La Encíclica "Fulgens corona", publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: «Si en un momento determinado la Santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre»
Fundamento Bíblico
La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.
El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.
En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.
El Apocalipsis narra sobre la «mujer vestida de sol» (Ap 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.

INMACULADA CONCEPCION FERNANDO & ALEJANDRO

El dogma de la Inmaculada Concepción es un artículo de fe del Catolicismo que sostiene la creencia en que María, madre de Jesús, a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que, desde el primer instante de su concepción, es decir, de su ser personal, estuvo libre de todo pecado. No debe confundirse esta doctrina con la de la maternidad virginal de María, que sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de varón y que María permaneció virgen antes, durante y después del embarazo.
Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia Católica contempla la posición especial de María por ser madre de Jesús de Nazaret y sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, aún más, libre de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios. La doctrina reafirma con la expresión "llena eres de gracia" (Gratia Plena) contenida en el Saludo del Ángel (Lc. 1,28) y en la oración del Ave María este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.

San Efrén (306-373) dice:
Tú y tu Madre sois los únicos que en todo aspecto sois perfectamente hermosos; pues en Ti, Señor, no hay mancilla, ni mácula en tu Madre.
San Efrén, Carmina Nisib. 27color
Otros padres que dan similares alabanzas a María son san Justino, san Ireneo, san Efrén, san Ambrosio y san Agustín.
La idea de María como antítesis de Eva era común y muy desarrollada por los Padres de la Iglesia en los inicios del cristianismo. Igual que una mujer, Eva, había sido la causa de la perdición del género humano, María era causa de la salud al ser la madre del Redentor.
Desde el siglo V existía ya una fiesta a la concepción de santa Ana, fiesta que se inicia en el oriente griego difundiéndose por Italia meridional (en el Siglo VII), Irlanda (desde el siglo IX) e Inglaterra (desde el siglo XI). Durante los siglos XII y XIV surgieron diversas controversias o debates teológicos sobre este asunto. Los papas Sixto IV y Alejandro VII, entre otros, prohibieron las enseñanzas contrarias a la doctrina de la Inmaculada Concepción. El movimiento inmaculista alcanzó gran pujanza durante las edades Media y Moderna gracias a los franciscanos, grandes devotos y propagadores de esta advocación mariana.
La creencia piadosa en la Inmaculada Concepción arraigó especialmente en España. Numerosos templos, capillas, ermitas y monumentos le fueron dedicados, y fue nombrada patrona del reino por Carlos III, quien además creó la Orden de Carlos III en su honor.
La doctrina fue definitivamente definida como dogma de fe y por tanto revestida de los caracteres de infalibilidad e inmutabilidad el día 8 de diciembre de 1854, en la bula Ineffabilis Deus del papa Pío IX. Desde entonces el día 8 de diciembre ha quedado como fecha de la fiesta de la Inmaculada Concepción en toda la Iglesia Católica.
Especial relación con la Inmaculada tienen las apariciones de Lourdes. Bernadette Soubirous declaró que la Virgen María, al ser interpelada sobre su nombre, dijo: Yo soy la Inmaculada Concepción. Usualmente se representa la imagen de esta advocación de Lourdes con una banda azul celeste, color inmaculista, ciñéndole la cintura.
Definición dogmática [editar]
La definición contenida en la bula Ineffabilis Deus, de 8 de diciembre de 1854, es del tenor literal siguiente:
...Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho
" Bula Ineffabilis Deus"'[1]
Como dato histórico el historiador y catedrático francés Louis Baunard narra lo siguiente: Pío IX contemplando el mar agitado de Gaeta escuchó y meditó las palabras del Cardenal Luigi Lambruschini: 'Beatísimo Padre, Usted no podrá curar el mundo sino con la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. Solo esta definición dogmática podrá restablecer el sentido de las verdades cristianas y retraer las inteligencias de las sendas del naturalismo en las que se pierden'.

El historiador Francesco Guglieta, experto en la vida de Pío IX, señala que el tema del naturalismo, que despreciaba toda verdad sobrenatural, podría considerarse como la cuestión de fondo que impulsó al Papa a la proclamación del dogma: La afirmación de la Concepción Inmaculada de la Virgen ponía sólidas bases para afirmar y consolidar la certeza de la primacía de la gracia y de la obra de la Providencia en la vida de los hombres. Guglieta señala que Pío IX, pese a su entusiasmo, acogió la idea de realizar una consulta con el episcopado mundial, que expresó su parecer positivo, y llevó finalmente a la proclamación del dogma.
Iconografía [editar]
A finales de la Edad Media, con la difusión de esta devoción, aparecieron las primeras imágenes en el arte cristiano representando específicamente este misterio.
En un primer momento, la alusión a la concepción inmaculada de María se hacía mediante la representación de sus padres, san Joaquín y santa Ana, describiendo usualmente el episodio conocido como Abrazo ante la Puerta Dorada, una leyenda piadosa que simboliza la reconciliación de ambos progenitores y la concepción de María libre de todo pecado por intervención sobrenatural de Dios. Este tema iconográfico fue muy usual en el arte Gótico y el Renacimiento.
A partir del siglo XVI, pero más intensamente en los siglos XVII y XVIII, comienza a aparecer la imagen de la Inmaculada con características iconográficas propias. Ya no se alude a sus padres sino que se representa a María con los atributos propios de esta devoción.
Por una lado, se representa a María según describe un pasaje del Apocalipsis: con vestido blanco y manto azul, coronada por doce estrellas, la luna a sus pies, dotada de alas y pisando la serpiente del Génesis, símbolo demoníaco. Esta iconografía será la más popular y característica de la Inmaculada, aunque muchas veces el símbolo de las alas se suprime.
Otras veces aparece la figura de María rodeada de los símbolos de una oración mariana muy popular, la Letanía Lauretana, como el espejo, la torre, la palma o el pozo, todos ellos alusivos a su especial condición de Madre de Dios.
Muy usual en el Barroco será la imagen de la Inmaculada asunta, que une formalmente el tema inmaculista con la creencia en la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos. Así, aparece María rodeada de ángeles en el momento de descender de los Cielos, como criatura pura creada por Dios. Este tipo aparece mezclado muchas veces con los dos anteriores, total o parcialmente, como vemos por ejemplo en las Inmaculadas de Murillo, donde suele aparece María en la Gloria, con la serpiente y el creciente de la luna a los pies y algunos símbolos de la letanía, como la palma.

BELEN VIVIENTE por alejandro y juan

Os invitamos a que vengais a ver nuestro belén viviente en Arcos